Vistas de página en total

domingo, 18 de noviembre de 2012

TESTIMONIO DE UNA ANORÉXICA

Sé que es duro. Me gusta transmitir alegría, que cada entrada sea una invitación a mejorar el autoconcepto, a la autosuperación, a no permitir que nadie nos etiquete como ésto o lo otro, a dejar de un lado el odio y a que nadie, ni siquiera nosotros mismos, nos impida alcanzar nuestras metas. 
Como de costumbre quiero dejar espacio a la reflexión. En esta ocasión no lo haré por medio de la retórica, de cuentos, canciones o bonitas poesías. Esta vez voy a ser más cruda. Quiero compartir con vosotros este testimonio de una persona con anorexia nerviosa, espero que cale muy hondo y que contribuya a crear conciencia social. Reflexionemos sobre ello.


Testimonio de una anoréxica

“Me levanto por la mañana, con ojeras, no he dormido bien… Me levanto asustada, horrorizada ante la idea, ante la posibilidad de que de noche, al no estar alerta, algún fenómeno dentro de este cuerpo horrible en el que estoy encerrada, se haya rebelado contra mí y haya recuperado los gramos que perdí ayer. Algunas veces tiene pasado, no entiendo por qué ni cómo impedirlo, es como si mientras duermo quisiera gastarme una especie de broma macabra. No encuentro manera de evitarlo, al final tendré que dejar de dormir también.
No importa, voy corriendo al baño y me subo a la báscula… 41.200… Buf, aún me quedan unos cuantos kilos, pero voy por buen camino. Creo que dentro de poco ya podré enviarles a las chicas del foro una foto mía también. Aún es sábado, pero no me apetece salir. Tengo que idear la manera de saltarme la comida hoy y mañana y mi madre empieza a sospechar algo, porque ya hace meses que no tengo la regla y ya sabe que no estoy embarazada. Por la semana es más fácil, porque no están en casa, pero el fin de semana se vuelve cada vez más complicado porque se empeñan en comer en familia. No me entienden, no entienden lo que siento y sólo encuentro refugio en mis amigas de internet. No soy más que una gorda a la que nadie puede querer con este aspecto, así que me esforzaré cada vez más para conseguir estar como yo quiero. A veces hasta parecen que se ríen de mí y comentan lo delgada que estoy, sé que lo dicen sólo porque me quieren. Tengo que ser fuerte y seguir adelante, aunque empiezo a sentir un cosquilleo en el estómago. Me tomo un vasito de agua a sorbitos pequeños, porque aunque no tiene calorías también hincha el estómago y no quiero nada dentro de mí. Más bien tiene que salir… Cojo dos magdalenas y las escondo dentro del cartón de la leche que hay en la basura, así, si mi madre pregunta, podré decirle que ya he desayunado. Acabo de tener una idea estupenda para saltarme la comida….
De repente, el mundo se desvanece y todo se vuelve oscuro. Empiezo a oir voces a lo lejos y empiezo a abrir los ojos, estoy en una cama en lo que parece un hospital, conectada a un montón de tubitos. Los médicos dicen que he sufrido un desmayo y un paro cardíaco. Estoy viva de milagro”.





Fuente: http://engordaalarecontraflaca.blogspot.com.es/2009/09/testimonio-real.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario